miércoles, 23 de marzo de 2011

La preeclampsia en el embarazo

También conocida como toxemia del embarazo, la preeclampsia se trata de un problema que ocurre en algunas mujeres durante el embarazo. Puede suceder a partir del quinto mes, y con más frecuencia durante el primer embarazo de una mujer, en aquellas mujeres cuyas madres o hermanas tuvieron preeclampsia. Pero la causa precisa de la preeclampsia todavía se desconoce. Existen muchas teorías que se basan en que las causas pueden estar relacionadas a factores genéticos, alimentarios, vasculares, neurológicos, etc., pero ninguna de ellas ha llegado a confirmarse. Normalmente la preeclampsia se reconoce por la hipertensión arterial, aumento de peso y proteínas en la orina.


El riesgo de padecer una preeclampsia es mayor en las mujeres con embarazos múltiples, en madres adolescentes y en mujeres mayores de 40 años de edad. También se incluyen aquellas que tienen la presión sanguínea alta o enfermedades de los riñones. Cuanto al feto, la mayoría de las mujeres con preeclampsia dan a luz a bebés saludables. Unas pocas desarrollan una eclampsia. La preeclampsia puede prevenir que la placenta que es la que proporciona aire y alimento a tu bebé, obtenga suficiente sangre. Si eso ocurre, el bebé recibirá menos aire y alimento lo que podrá hacer con que el bebé nazca con bajo peso o con otros problemas.

Síntomas
En el caso de que padezca una preeclampsia, puede presentar síntomas como hinchazón de manos, cara, tobillos y pies, ganancia de peso exagerada, dolor de cabeza fuerte y persistente, algunos trastornos visuales, dolor en el abdomen superior, presión sanguínea alta, sangre en la orina, taquicardia, nauseas y vértigo, etc.

Pueden también alterar los resultados analíticos del hematocrito, ácido úrico, creatinina, y diferencial sanguíneo. Una prueba de orina puede demostrar si hay proteína presente en la orina de la mujer embarazada.

Tratamiento de preeclampsia
En el caso de que la mujer embarazada tenga preeclampsia, la mejor forma de protegerse a si mismo y al bebé, es dar a luz. Si eso no es posible por el tiempo que tenga que el bebé, se puede seguir otros caminos para manejar la preeclampsia hasta que el momento sea más adecuado para el parto. Normalmente, esos caminos requieren reposo, seguimiento continuo del médico, medidas para disminuir la presión sanguínea, y el algunos casos puede ser necesaria la hospitalización. De todas formas, el médico evaluará el caso y determinará el tipo de tratamiento a seguir.