"¡Hip!" Acabas de tener hipo. ¿Te preguntas de dónde salen esos curiosos sonidos? La culpa es de tu diafragma. Éste es un músculo en forma de bóveda en la parte inferior de tu pecho y allí es donde comienzan todos los hipos.
El hipo es una contracción involuntaria y repentina de los músculos respiratorios. Obliga a las cuerdas vocales a producir el ruido característico de la glotis.
El diafragma casi siempre funciona a la perfección. Desciende cuando inhalas para ayudarte a llevar aire a los pulmones y sube cuando exhalas para poder expulsar el aire de los pulmones. Pero a veces el diafragma se irrita y cuando esto sucede, sube de manera brusca y hace que la respiración sea diferente de lo normal. Cuando esta respiración irregular llega a la laringe, se produce el hipo.
Algunas de las cosas que irritan el diafragma son comer demasiado rápido o demasiado, una irritación en el estómago o la garganta, o sentirte nervioso o excitado. Casi todos los casos de hipo duran sólo unos minutos. Algunos casos de hipo pueden durar días o semanas, pero es poco habitual y normalmente es un signo de otro trastorno médico.
Una teoría dice que los bebés desarrollan esta conducta en el vientre, para que no entre fluido a sus pulmones.
Probablemente hayas oído muchas sugerencias de cómo deshacerte del hipo y tal vez incluso hayas probado algunas. Respirar en una bolsa de papel es un método que algunas personas emplean para deshacerse del hipo; otras dicen que beber del lado "opuesto" de un vaso de agua es la mejor forma de quitarte el hipo. Ponerte azúcar debajo de la lengua también podría funcionar. Y tal vez el tratamiento más famoso es hacer que alguien te pegue un buen susto cuando no lo esperas, esto ayuda a algunas personas a decirle adiós al hipo. O llenar tus pulmones de aire y retenerlo un rato sin exhalarlo.
Pero recuerda que, ¡no todos los métodos para quitar el hipo son efectivos para todos!
Revisado por: Steven Dowshen, MD